¿Le han hackeado alguna vez alguna de sus redes sociales o cuentas de correo electrónico? Si es así, quizá recuerde cómo los hackers utilizaron su información para estafar a sus amigos y familiares. De hecho, algunos delincuentes podrían utilizar su correo electrónico para acceder a otras cuentas y dispositivos, restablecer sus contraseñas, eliminar cuentas o incluso acceder a información crediticia. Los estafadores sólo quieren utilizar sus cuentas para beneficiarse de cualquier manera posible.
¿Sabes qué? Las contraseñas débiles, comunes y reutilizadas, o escribir tus contraseñas y almacenarlas de forma insegura es lo que te vende a los hackers. La regla general de las contraseñas es evitar cualquier contraseña pobre que los atacantes puedan descifrar fácilmente. De lo contrario, no se sorprenda de lo que los hackers pueden hacer con sus cuentas e información después de descifrar la contraseña.
Este artículo destaca algunos mitos sobre las contraseñas que contribuyen a que las contraseñas sean débiles o estén mal diseñadas y pongan en riesgo sus cuentas y dispositivos.
Mitos más comunes sobre las contraseñas
Mito 1: Es seguro utilizar la misma contraseña en varias cuentas.
Algunos usuarios recomiendan utilizar la misma contraseña en varias cuentas para que sea fácil de recordar. De hecho, algunas personas crean una contraseña fuerte y la utilizan en todas sus cuentas. Se olvidan de que nunca utilizarían la misma llave para su casa, su coche o su oficina en la vida real; lo mismo ocurre con las contraseñas.
Por lo tanto, cree contraseñas diferentes y fuertes para cada una de sus cuentas. No las escribas; en su lugar, opta por un gestor de contraseñas para almacenarlas de forma segura en formato digital y eliminar la necesidad de memorizar todas tus contraseñas. De este modo, sus prácticas de contraseñas mejorarán.
Mito 2: La complejidad triunfa sobre la longitud
Hay diferentes tipos de ciberataques. Los ataques de fuerza bruta y de diccionario están entre los más comunes. Tenga en cuenta que su conjunto de caracteres aleatorios no genera una contraseña supersegura.
Por otro lado, crear una contraseña con una larga cadena de palabras que puedas memorizar fácilmente puede ser más seguro porque es realmente más fuerte. Intenta añadir longitud a tus contraseñas en lugar de esforzarte en sustituir las letras por símbolos diferentes (#$%&^!@). Al fin y al cabo, no puedes hacer que una contraseña corta sea compleja por mucho que te esfuerces. Por lo tanto, priorice ambos aspectos para que los hackers lo tengan difícil para descifrar su contraseña..
Mito 3: Los verificadores de contraseñas garantizan contraseñas seguras y fiables
Los sitios web que incorporan una evaluación de la fortaleza del proceso de creación de contraseñas muestran que con sólo añadir un símbolo, un número o una letra mayúscula, la contraseña puede pasar de mediana a fuerte. Esto es contrario a cómo funciona la seguridad de las contraseñas.
Recuerda que un hacker utiliza herramientas sofisticadas para entrar en tu correo electrónico o en tus cuentas de redes sociales. Estas herramientas pueden comprobar al instante todas las palabras del diccionario. Pero puedes esquivar a los atacantes evitando nombres, fechas y patrones numéricos comunes o creando una contraseña sin utilizar ninguna de sus combinaciones.
Mito 4: Puedes usar cualquier contraseña siempre que tengas la autorización de dos factores.
Nada es perfecto en este planeta, y al igual que otros sistemas, la autenticación de dos factores tiene sus defectos. De hecho, algunos usuarios han informado de casos en los que los piratas informáticos han conseguido acceder a sus cuentas de correo electrónico incluso después de aplicar la autenticación de dos factores.
No debes sustituir tus contraseñas seguras por la autorización de dos factores. Al fin y al cabo, los atacantes tienen una forma de rodearlo. Lo mejor sería que combinaras esos dos para tener una capa extra de protección.
Conclusión
La mejor manera de mantener a los atacantes alejados de sus cuentas es mantener la higiene de las contraseñas. Puedes crear una contraseña fuerte y segura si no priorizas la facilidad de recordarla. Después de todo, tienes un gestor de contraseñas para almacenarlas de forma segura.
Además, evita las contraseñas con tu nombre o el de miembros de tu familia, fecha de nacimiento, ubicación, etc. De hecho, los hackers conocen estas fórmulas porque mucha gente utiliza esa información para hacer que sus contraseñas sean más fáciles de recordar, lo que las hace más vulnerables.