Cuando el viaje se alarga: retos y coberturas del seguro para estancias prolongadas

a body of water with boats and buildings along it

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En los últimos años, el perfil del viajero ha experimentado una transformación significativa. Si antes las escapadas de fin de semana o las vacaciones de dos semanas marcaban la norma, hoy cientos de miles de personas optan por estancias prolongadas – ya sea por teletrabajo, estudios o simplemente por el deseo de sumergirse en otra cultura sin las prisas de un viaje convencional. Este fenómeno, que podríamos llamar “turismo de larga estancia”, plantea nuevos desafíos tanto para los viajeros como para la industria turística y los países anfitriones.

La pandemia de COVID-19 actuó, paradójicamente, como motor de este cambio. El confinamiento global y las restricciones de movilidad obligaron a muchos profesionales a reorganizar su rutina laboral, adoptando modelos remotos incluso en sectores que tradicionalmente requerían presencia física. Con ello, surgió la posibilidad de trabajar desde cualquier rincón del planeta, siempre que se contara con una buena conexión a Internet. Ciudades como Lisboa, Medellín o Chiang Mai vieron dispararse la llegada de nómadas digitales, atraídos por un coste de vida más bajo, atractivos paisajes y comunidades de expatriados en rápido crecimiento.

Sin embargo, vivir en el extranjero durante meses o incluso años conlleva una serie de complicaciones administrativas y logísticas que no aparecen en un viaje de corta duración. Entre las más críticas figura la atención sanitaria: ¿qué ocurre si florece una enfermedad crónica, si tenemos un accidente de tráfico o requerimos un tratamiento especializado? En muchos casos, las pólizas de seguro de viaje tradicionales cubren únicamente estancias limitadas a 30, 45 o 90 días. Superado ese plazo, el viajero se enfrenta a la incertidumbre de quedarse sin cobertura o de incurrir en costes médicos desorbitados.

A este respecto, han emergido productos específicos para estancias largas (long-stay travel insurance) que incluyen coberturas adaptadas a las circunstancias del expatriado. Estos seguros contemplan desde gastos de hospitalización y repatriación, hasta asistencia legal o protección en caso de pérdidas de equipaje durante el traslado intercontinental. Además, suelen ofrecer modalidades flexibles que permiten renovar la póliza sin necesidad de regresar al país de origen, algo vital para quienes planean permanecer meses fuera.

El impacto económico de estas pólizas es otro factor a tener en cuenta. Frente a la idea de “viajar barato” desplazándose constantemente, instalarse temporalmente en una sola ciudad puede alcanzar un coste similar al de varios viajes seguidos, especialmente si se suman alquiler, transporte y seguro médico. No obstante, para muchos nómadas digitales y estudiantes de posgrado, la tranquilidad de contar con una cobertura robusta compensa con creces la inversión adicional, al garantizar acceso a la red sanitaria más adecuada y minimizar riesgos financieros.

La demanda de este tipo de seguros ha obligado a las aseguradoras a adaptar sus productos. Tradicionalmente, las compañías se centraban en pólizas de turismo o en seguros de salud para expatriados permanentes. Hoy, sin embargo, proliferan las ofertas intermedias, pensadas para estancias de entre tres y doce meses. Algunas incluso incluyen cláusulas especiales para actividades consideradas de “riesgo” – como deportes de montaña o buceo -, siempre bajo evaluación previa del historial médico y de actividad del asegurado.

Además de las coberturas sanitarias, los viajeros han mostrado interés creciente en servicios adicionales: asistencia en la búsqueda de alojamiento, orientación legal en materia de visados o apoyo para la tramitación de permisos de residencia. Estos servicios complementarios, en ocasiones ofrecidos por plataformas especializadas, permiten al viajero concentrarse en su proyecto cultural o profesional sin verse abrumado por la burocracia.

La evolución de la tecnología también ha jugado un papel determinante. Aplicaciones móviles y portales en línea como Heymondo permiten contratar y gestionar el seguro de viaje de larga estancia en pocos minutos, revisar detalles de la póliza, presentar reclamaciones o contactar con asistencia 24/7. En este sentido, la digitalización ha reducido barreras de entrada para un público que valora la inmediatez y la transparencia en los servicios contratados.

Para quienes planean estancias prolongadas, es crucial comparar con detenimiento las condiciones de cada oferta. No todas las pólizas incluyen repatriación médica, un elemento fundamental en caso de incidentes graves. Tampoco todas cubren enfermedades preexistentes o actividades de aventura. Revisar exclusiones, límites de cobertura y procedimiento de reclamaciones puede evitar sorpresas desagradables en el destino.

 

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Kokou Adzo

Kokou Adzo is a stalwart in the tech journalism community, has been chronicling the ever-evolving world of Apple products and innovations for over a decade. As a Senior Author at Apple Gazette, Kokou combines a deep passion for technology with an innate ability to translate complex tech jargon into relatable insights for everyday users.

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